Porque no existe la envidia de la buena...

Esta vez este texto lo escribiré en un tono en el que pareciera que no soy yo... ya me dirán si le doy espacio a mi alter ego o simplemente lo dejamos como un ejercicio literario.
Ah verdad? Que dijeron... este ya se comió a monsivais, o se compro un “poeta maldito de bolsillo� (mmm... creo que solo entenderán este mal chiste los que alguna vez escucharon radioactivo 98 ½ +).
Han pasado tantas cosas desde que mi esposa gano el auto, que hay demasiada tela de donde cortar. Es increíble la cantidad de comentarios que hemos escuchado al respecto, desde los mas obvios (como el clásico “pues que suerte, como si se lo mereciera� ) hasta los mas absurdos, por no decir estúpidos (como ese que hizo una laureada ingeniera química desempleada de “seguramente es una tranza que hizo a través de su trabajo�) porque resulta que la compra de mi esposa que la hizo ganadora fue precisamente donde ella trabaja (una no muy conocida cadena de almacenes de ropa). En fin, también las acciones de las que el pobre “Blas� ha sido objeto (mi esposa decidió llamar Blas al coche 1.- por ser blanco y 2.- porque coincidió con el santoral del 3 de febrero que fue cuando se lo entregaron) la primera vez un rayón en todo el costado derecho y el hecho curioso de que últimamente hay muchos envases de vidrio rotos frente a la casa. A donde quiero llegar con esto? A que la gran mayoría de los problemas tienen su origen en la envidia... uno de los siete pecados capitales que se define como “el rencor o tristeza por la buena fortuna de alguien, junto con el deseo desordenado de poseerla�
Ya comentábamos acerca de el karma y sus consecuencias, resulta que una de las principales causas en todo el mundo, por no llamarlo el alimento de la mayoría de todos los males, es la envidia, porque quien no ha envidiado a la mujer, la casa, el dinero, el trabajo, los hijos, en el caso de las mujeres quien no ha dicho, seguro se opero, sufre de anorexia, usa lentes de contacto de color, tiene dinero porque se acuesta con su jefe... indudablemente sufren de envidia...
Como en este mundo no podríamos vivir, sin excepción alguna, sin envidiar algo a alguien, buscamos desahogar nuestra frustración robando, hablando mal de las personas o rayando el auto del vecino...
Pero se ahora, que tarde o temprano, esta vida les cobrara el precio porque, así trabaja el karma... Porque a nosotros nos ha tratado bastante bien.
Si intentáramos vivir sin envidia, este mundo no tendría, guerras, vicios, y abogados...(como sabes si tienes un buen abogado? Llevas a tu gato, si sale corriendo, el abogado es un perro, pero si se le va encima, es una rata...) y ya saben, a que le tiras cuando sueñas mexicano...